8 consejos para hablar de sexualidad con los hijos
Consideralos y aplícalos a tu familia
Por Tere Guerrero et al
¿Qué haríamos si un día nuestra niña de menos de diez años llegara a casa usando términos sexuales? O, ¿qué pasaría si nuestro joven de veinte años nos confesara que tuvo relaciones con su novia? ¿Estamos preparados para lidiar con situaciones como estas? De no ser así, este artículo ofrece ocho breves consejos para que, como padres, formemos un plan de respuesta.
1. Anticipémonos.
Empecemos a platicar con ellos a edades tempranas. Una cosa es segura, nuestros hijos oirán sobre sexo en la escuela, con sus amigos, en la televisión, las redes sociales y más.
Para prever, un padre responsable debe introducirlos al tema en un ambiente seguro, con información verdadera y adecuada a su edad, antes de que otras fuentes torcidas lo hagan.
2. Seamos veraces.
La información fuera de casa suele estar distorsionada, errada y llena de vulgaridad. Los medios y la sociedad están saturados de sensualidad. Incluso en los comerciales hay contenido sexual abierto.
Para contrarrestar esto, los padres debemos enseñar la sexualidad como Dios la creó. Esta es la verdad. Si nuestros hijos aprenden lo hermoso del diseño de Dios, también serán capaces de identificar las mentiras y verdades a medias que el mundo les presente.
3. Mostremos el diseño original.
Diversas corrientes ideológicas de la actualidad han tratado de introducir la idea de que existen más de dos géneros. Esta creencia contradice el plan divino de un hombre y una mujer, creados a imagen de Dios. Cualquier modo de vida que sea contrario a este diseño solo acarreará dolor y confusión.
4. Seamos ejemplo.
Una madre debe modelar la verdadera femineidad, siendo productiva (dentro y fuera de casa según sea el caso), complementando al esposo, educando a los hijos y celebrando el diseño único que Dios le dio.
Por otro lado, un padre debe mostrar una masculinidad sana. Como varón, debe proteger y respetar a la esposa en amor, proveer para la familia y guiarlos en las buenas y en las malas.
Un modelo sano y una relación familiar de armonía y amor es la mejor protección que podemos brindar a nuestros hijos para que tomen buenas decisiones acerca de su sexualidad.
5. Inculquemos santidad.
La sexualidad es un regalo maravilloso que debe ser disfrutado dentro del contexto del matrimonio. Fuera de este marco, solo traerá heridas e insatisfacción.
Sobre todo, lo que debe motivar a nuestros hijos a guardarse en pureza para el matrimonio es el amor hacia Dios y el deseo de obedecerlo. Por ello, es de suma importancia que tengamos como prioridad que nuestros hijos lleguen a tener una relación personal con Cristo.
6. Seamos congruentes.
Yo no le puedo prohibir a mis hijos fumar si traigo un cigarro en la mano. Igualmente, las normas morales respecto a la sexualidad aplican tanto a ellos como a nosotros. No podemos tener autoridad ante los hijos en esta área si nosotros mismos no respetamos los lineamientos que les establecemos a ellos.
Cuidemos lo que leemos, escuchamos, hablamos, vemos en la televisión y en internet. Todo eso sentará un ejemplo para ellos con respecto a cómo vivir su sexualidad.
7. Ayudemos a nuestros hijos a ver los beneficios de cumplir la meta.
No solo hablemos de abstinencia, sino de la importancia de la pureza integral en todas las etapas de la vida, desde la niñez hasta la vejez. Este es el deseo de Dios para nosotros y es para nuestro bien. Por esta razón la pureza sexual, mental y emocional debe ser nuestra meta.
8. Reflejemos gracia y comprensión.
Seamos honestos. ¿Hemos podido guardar la castidad a la perfección durante toda la vida? ¿Nunca tuvimos una relación desordenada, o vimos alguna película o foto indebida? Para quienes se conservaron, ¡bien hecho! Pero muchos tropiezan en esta área.
Sabemos que no hay perfección. Si nuestros hijos caen y fallan, debemos brindarles amor y apoyo para que se levanten y sean restaurados.
Estos ocho tips se pueden sintetizar en lo siguiente: el diseño de Dios para la sexualidad es algo hermoso. Es tan glorioso que el enemigo no ha parado de intentar destruir su belleza. Nuestra responsabilidad es preservar la verdad e instruir a nuestros hijos en ella.
Si incorporamos estas herramientas a nuestra estrategia parental veremos que la sexualidad se puede convertir en un tema abierto en el hogar. No nos rindamos. Luchemos para que nuestros hijos logren un futuro estable y sano dentro de la voluntad de Dios.
Recursos recomendados para padres:
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Habla claro con tus hijos sobre el sexo. Por Josh y Dottie McDowell
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La seducción de nuestros hijos. Por Neil T. Anderson
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El código de la pureza: El plan de Dios para disfrutar tu sexualidad. Por Lucas Leys, Jim Burns
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