Sé lo que Dios soñó que fueras
No eres un accidente. Dios quiso traerte a esta tierra con un propósito.
Por Sara Trejo de Hernández
¿Cuál es tu verdadero valor?
Un preso deprimido le dijo a su visitante en un arrebato de desesperación: «Es obvio que no valgo nada». Su interlocutor respondió con firmeza: «¡Por supuesto que vales! La verdad es que tú no eres un accidente. Dios te trajo a este mundo con un propósito especial y te creó de manera única. ¡Tu valor es incalculable!».
¿Te has preguntado realmente qué tan especial eres?
El salmista lo expresó de un modo maravilloso al referirse a Dios en el Salmo 139:13 (NTV): «Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre». Estas palabras nos alientan a entender que nuestro valor no está determinado por experiencias pasadas ni errores cometidos.
Tal vez pienses: «No soy bueno para nada», «He fallado demasiado», o incluso, «Ni mis padres me quisieron». Pues nada de esto ni otras cosas que agregues a la lista son válidas cuando se trata del valor que tienes como persona.
Una gran inspiración para recordarlo
Nick Vujicic es un orador motivacional que nació sin brazos ni piernas. En sus primeros días de vida, incluso su propia madre lo rechazó debido a su discapacidad. Sin embargo, con el tiempo, Nick no sólo entendió que Dios lo amaba profundamente, sino que también fue capaz de reconocer que su vida tenía un propósito único.
Hoy, Nick viaja por el mundo dando conferencias e inspirando a millones de personas. Les recuerda que, si Dios puede obrar maravillas a través de él, ¡también puede hacerlo contigo! No hay limitaciones que puedan detener los planes de Dios cuando decides confiar en Él y descubrir tu propósito.
Conéctate con tu diseño único
¿Cómo puedes convertirte en esa persona que Dios soñó que fueras? La clave está en relacionarte de manera cercana con tu Creador para permitirle dirigir tu vida. Aquí hay algunas acciones prácticas para comenzar:
Identifica tus talentos.
Detente un momento y presta atención a las cosas que realmente disfrutas hacer. Tus pasiones suelen estar conectadas con las habilidades que Dios te ha dado.
2. Pon en práctica tus dones.
Algunas habilidades se descubren al practicarlas. Explora diferentes áreas y tareas para descubrir aquello en lo que eres bueno. Una vez que identifiques tus talentos, úsalos de forma activa para que florezcan.
3. Sé auténtico.
En cuanto a tu carácter y forma de ser, eres único, no existe alguien igual a ti. No tienes que ser como otros para ser aceptado, querido o importante. Dios te ama tal como eres y en tu individualidad te va a emplear para que el mundo conozca de su amor.
No temas ser tú mismo, sé auténtico y verás las grandes recompensas que obtendrás al darle crédito a Dios por lo que ha hecho contigo. Dios no se equivoca y él te formó.
Dios no hace errores
Recuerda que Dios te formó con cuidado y propósito. Como dice Pablo en Efesios 2:10 (NTV), «Porque somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, para que hagamos las cosas buenas que planeó para nosotros tiempo atrás». Esto incluye todo aquello que te hace especial y diferente.
Es hora de confiar y actuar. Descubre y cultiva los talentos que Dios ha puesto en ti, no temas ser tú mismo y vive con plena intención para reflejar el amor y la obra de Dios en tu vida.
¿Qué esperas? ¡Ponte manos a la obra!
***
Si este tema resonó contigo te recomendamos nuestro programa de coaching; un espacio para conocerte desde la perspectiva de Dios, entender tu diseño único y descubrir el impacto especial que sólo tú puedes tener en el mundo.
Este es tu momento de avanzar y caminar hacia el propósito que Dios tiene para ti. Agenda una sesión de coaching en el Centro Latino de Movilización: clm.milamex.com
Hazlo aquí.
No eres un accidente. Dios quiso traerte a esta tierra con un propósito.