¿Qué tan importante es la carrera de ser madre?
Algunos sabios han dicho que la forma en que los hijos se portan como adultos, siempre refleja a su madre
Por Elisabeth F. de Isáis
Ser madre implica una gran oportunidad. Algunos sabios han dicho que la forma en que los hijos se portan como adultos, siempre refleja a su madre. Todo el amor, la educación y la formación del carácter que nace de la madre, dará resultados en los logros de los hijos, sus actitudes hacia la vida, y su capacidad a la vez para ser padres.
Un ejemplo notable de una madre fuera de lo común, es el caso de Sara, esposa del renombrado clérigo norteamericano Jonathan Edwards, del siglo dieciocho. Sara de Edwards tuvo once hijos; para el año 1900 se hizo un estudio acerca de 1,400 de sus descendientes y se descubrió que esa sola familia había producido un número increíble de líderes importantes:
• 13 presidentes de universidades
• 65 profesores
• 100 abogados y el decano de una Facultad de Derecho
• 30 jueces
• 66 médicos y el decano de una Facultad de Medicina
• 80 funcionarios públicos, incluyendo a 3 senadores nacionales, 3 alcaldes de ciudades grandes, 3 gobernadores de estados, un vicepresidente de los EUA y un contralor del tesorero del gobierno norteamericano.
El que hizo el estudio en 1900, A. E. Winship, al analizar los resultados de su investigación, declaró: “Mucho de la capacidad, talento, intensidad y carácter de la familia Edwards se debe a la señora Sara”.
¿Cómo lo hizo? La escritora Elizabeth Dodds dice que Sara fue una madre paciente y firme que trató a sus hijos con amor y cortesía.
Una mujer profundamente cristiana, logró que sus hijos se portaran el uno hacia el otro de una manera amorosa y respetuosa. Ella les enseñó a trabajar y a enfrentar los problemas de la vida. Y obviamente, como esposa de un poderoso predicador del Evangelio, les demostró que los valores cristianos son la clave para una madurez exitosa.
Como bien ilustra el caso de Sara de Edwards, una madre no solo afecta a sus hijos, sino a muchas generaciones futuras, ya sea para bien o para mal.
Hoy día, cuando muchas mamás trabajan fuera del hogar, la carrera de ser madre ha sido relegada a un segundo o tercer término en gran número de casos. ¿Será un error cuyas consecuencias hemos de lamentar durante muchos años venideros?
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