10 consejos para mamás primerizas

Foto por Diana Gómez

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No sabía nada sobre bebés, ni cómo cuidarlos o jugar con ellos

Por Ann Díaz

Mi hijo acaba de cumplir un año, y siento que también puedo celebrar mi primer cumpleaños de ser mamá, pues ahora soy una mujer diferente. 

Antes, no sabía nada sobre bebés, ni cómo cuidarlos o jugar con ellos. De hecho, ni me gustaban. Siendo honesta, prefería más a un perro quea un bebé. Pero hace un año, todo eso cambió. Sigo siendo amante de los perritos, pero ahora entiendo muchas cosas que antes no. Aún no soy experta, pero me gustaría compartir algunos consejos y lecciones que he aprendido.

Sigue tu intuición.

Estoy convencida de que a cada mamá Dios le da la intuición para cuidar a su bebé, pero muchas veces hacemos más caso a la cultura a nuestro alrededor, que a esa intuición. Cuando nació mi hijo, no tenía la menor idea de lo que hacía, pero algo dentro de mí me decía: “cárgalo mucho y duerme cerca de él”. No quiero decir que eso es lo correcto para todas las mamás, pero en mi caso fue lo que me funcionó. ¡Hay veces que esa voz no te dice nada y no sabes qué hacer! Así que no te sientas mal si eso te pasa.

Vive un día a la vez.

A veces esto era lo único que me sostenía  en los días difíciles. Hoy todavía no sé cuidar a un niño que camina, habla y tiene su propia voluntad, pero sí sé cuidar a mi bebé y me voy a enfocar en eso. 

Disminuye tus expectativas en cuanto a tu productividad.

En los primeros meses, es muy difícil cumplir con las tareas básicas como cocinar y limpiar, mucho más alcanzar otros logros. ¡Acéptalo! Solo mantener vivo a tu bebé es un gran logro. Pide ayuda, haz las cosas poco a poco. Por ejemplo, estoy escribiendo este artículo en períodos de cinco minutos.

No te estreses si no tienes un horario.

Yo no logré establecer uno durante los primeros seis meses, tuve que ser muy flexible. Los recién nacidos a veces duermen mucho, o  están despiertos por un largo tiempo. A veces se despiertan muy temprano y a veces muy tarde. Es normal. Después de seis a diez meses, vas a encontrar un ritmo un poco más estable en tu vida. Esto me lleva a mi siguiente punto. 

Duerme a tu bebé cuando tenga sueño.

Yo no sabía esto, pero los bebés no saben dormirse por sí solos. Yo pensé que simplemente se dormían cuando tenían sueño, pero no. Cuando está bostezando, de malas, y jalando su oreja, probablemente tiene sueño y quiere que lo duermas. Puedes cargarlo en un rebozo o fular, amamantarlo o darle chupón, darle un paseo en la carreola o coche, o hacerlo de la manera que consideres. Muchas veces veo a bebés y niños en lugares públicos que están gritando y de malas, y solo necesitan una siesta.

Presta atención a la cantidad de tiempo que pasan despiertos.

Para los recién nacidos es poco tiempo (45 minutos a una hora). Para los bebés de seis meses es alrededor de dos horas, y luego tres horas cuando van a cumplir un año. A los 18 meses normalmente solo duermen una siesta. Escucha a tu bebé.

Amamanta todo lo que puedas.

Para mí, amamantar ha sido una gran bendición. ¡Los científicos siguen encontrando beneficios de la lactancia! Sé que muchas mujeres tienen límites por el trabajo u otras cosas, pero vale la pena intentarlo. Requiere una inversión de tiempo y tal vez sea más difícil al principio.

Pero también en algunos aspectos es más fácil. No tienes que calentar o preparar nada, tu bebé se enferma menos, y algunos expertos dicen que por la conexión entre bebé y mamá, la disciplina es más fácil después. Busca mujeres que te puedan proporcionar apoyo e información, y si tienes problemas en los primeros días, pide ayuda profesional. 

Conéctate con otras mamás.

Mis amigas que son mamás me dieron mucho ánimo, consejos y regalos para mi bebé. Sal de tu casa cuando puedas. Tu bebé puede dormir en tus brazos o en la carreola. Una comunidad de mujeres es clave para tu salud emocional durante esta etapa de tu vida.

Habla con tu bebé.

El desarrollo cerebral más crucial sucede de cero a tres años. En este tiempo es de suma importancia hablarle a tu bebé, pues entre más palabras escucha, más se desarrolla su lenguaje e inteligencia. Dile qué estás haciendo y cómo se llaman las cosas. Léele y juega con él.

Tu bebé no necesita muchas cosas. Mi hijo juega con cables, imanes, cajas y otros objetos más que con sus juguetes. Muchas cosas que algunos consideran necesarias para tener un bebé son opcionales. En lugar de comprar todo antes de que nazca, es mejor esperar hasta el momento en que realmente lo necesites o puedes pedirlo prestado. 

Disfruta a tu bebé.

Esto es lo más importante. Los hijos son una gran bendición de Dios. Entendí esto después de un pequeño periodo en que no pude embarazarme. Pensé que era algo que nosotros podíamos planear y hacer, pero ahora sé que es un regalo de Dios. Mi hijo es un tesoro para disfrutar. Las mamás y abuelas tienen razón;  el tiempo pasa de volada y un día extrañarás su etapa de bebé.

Si estás embarazada o quieres ser mamá algún día y no te sientes lista, hay esperanza para ti. Dios te dará todo lo que necesites en el momento preciso. Antes pensaba que mi hijo se merecía a una mamá que sabía lo que hacía. Ahora me doy cuenta de que soy la mamá perfecta para él, y que en vez de ser una mamá que hace todo perfecto, necesita a una mamá que ama a Jesús.


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