Propósitos para todo el año

Foto por Andrea Hernández

11 consideraciones para que las apliques a lo largo de este 2024

Por Sally Isáis

Ya estamos en febrero y comenzamos a ver con otros ojos los grandes propósitos que hicimos en diciembre pasado. Quizá algunas de nuestras buenas intenciones se han quedado a medio camino. Otras ya se ven imposibles de lograr y hemos dejado que el ajetreo diario nos atrape. Caminamos en automático empujados por lo urgente y rutinario de cada día. 

Bajar de peso, hacer más ejercicio, tener más orden en nuestras finanzas, no dejarnos llevar por el antojo, decir que no con más firmeza, no gastar más de lo que tenemos (aunque esté de oferta) y dormir a buena hora en vez de desvelarnos viendo redes sociales son buenos propósitos. Sin embargo, están enfocados en nosotras. 

¿Cómo sería este año, si pensáramos en otras personas al elaborar nuestra lista de propósitos?  Podría ser algo como: 

  1. No tardar en perdonar. A veces, aunque sabemos que debemos perdonar, queremos que la otra persona sufra un poquito más y nos esperamos. En realidad, nosotras somos las que salimos perdiendo, porque nos llenamos de amargura.

  2. Ser la primera en parar una discusión. Mi papá siempre decía: «Se necesitan dos para pelear.  Aunque uno insista en hacerlo, si tú no le sigues, no hay discusión ni pelea».

  3. Admitir con más frecuencia cuando otros tienen la razón. En ocasiones, nos mantenemos neciamente en nuestra opinión (aun cuando sabemos que la otra persona tiene la razón), porque no queremos ceder.  

  4. Buscar, aprender y poner en práctica la forma en que las personas a nuestro alrededor se sienten amadas. Somos diferentes y nuestra tendencia es expresarle cariño a otros de la misma forma en que nosotros nos sentimos amados. El libro Los cinco lenguajes del amor, escrito por el Dr. Gary Smalley, es un excelente recurso para esto. 

  5. No aferrarnos a que siempre se haga lo que nosotros pensamos, opinamos o queremos, sino ceder y estar dispuestas a hacer lo que otros prefieren. Claro, siempre que esto sea algo bueno y sano. 

  6. Buscar ser más servicial, en vez de querer que todos nos sirvan a nosotros (porque sentimos que ¡lo merecemos!). 

  7. No ofender de palabra a los demás. Usar sólo palabras que edifiquen y no las que derriban, insultan o hieren a otros.

  8. Ser más humilde. 

  9. Buscar las cualidades de cada persona con la que tratamos, en vez de hacer hincapié en sus debilidades y defectos.

  10. Cultivar la paciencia. Por alguna razón somos mucho más pacientes con los que no están cerca de nosotros. El buscar ser más empáticas y ponernos en los zapatos de los demás (aunque no estemos de acuerdo con su proceder), nos ayudará a ser más pacientes. 

  11. Ser más generosas con nuestro tiempo, recursos, consejo y compañía.

Todos estos propósitos (y otros muchos que podríamos añadir) se resumen en lo que conocemos como la Regla de Oro.  Jesús lo expresó así: «Trata a los demás como quieres que ellos te traten a ti» (Mateo 7:12).  Ese es un excelente propósito para todo el año. 


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