Para reírse un poco

Foto por Diana Gómez

Sé feliz

Redacción de Prisma

Las amiguitas de María Elena estaban planeando un paseo al parque, pero no la habían invitado. A última hora se arrepintieron y le dijeron que podía asistir, pero ella no aceptó.

―Hijita, debes perdonarlas y gozarte del paseo, ―le dijo su mamá.

―No tiene caso, ―contestó la niña―, ya oré y le pedí a Dios que llueva.

Tomado de la revista Prisma 43-4, julio-agosto 2015

Anterior
Anterior

No pongas un punto donde Dios puso una coma

Siguiente
Siguiente

El trabajo y el dinero