La lección

Foto por Juan Esparza

Una oportunidad para aprender

Por Sally Isáis

Cuando era niña acompañé a mi papá a muchos viajes. Me encantaba escucharlo predicar. En una ocasión vimos a una mujer caminando sobre la carretera con un enorme canasto de pan sobre su cabeza. Mi papi orilló la Combi y le ofreció llevarla. Ella asintió y se subió en la parte trasera. Pero no quiso bajar su carga.

Le insistimos que lo hiciera, pero se rehusó. Era tan grande la canasta, que estorbaba al 100% el espejo. Cuando llegamos a su destino, la hermosa mujer nos dio las gracias y se bajó. Sí le ayudamos, pero ella no quiso dejar que el auto llevara toda su carga.

«Así somos muchos», me dijo triste mi papi. «Dios nos ofrece llevar nuestra carga y darnos descanso y le decimos que sí, pero solo aceptamos la mitad de su ayuda. Insistimos en seguir cargando con todo el peso de nuestro pecado, preocupaciones, heridas, dolor y ansiedad».  Nunca olvidaré esa lección.

Tomado de la revista Prisma 43-4, julio-agosto2015

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