Obra Maestra
"Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús"
Por Madai Chávez
¿Cuál es tu pieza de arte favorita? Quizá sea una pintura, una escultura o una melodía. Seguro disfrutas observándola o escuchándola cada vez que puedes.
¿Alguna vez has intentado imaginar todos los recursos, tiempo y dedicación que le tomó al artista para dejarla así? ¿Te has puesto a pensar en las horas de preparación y el minucioso cuidado en cada pequeño detalle hasta llegar a la culminación de su obra?
Algunas de estas piezas son tan magníficas que ni soñamos con comprarlas; solo pertenecen a museos o colecciones selectas.
Tú eres una maravilla de la creación. Desde el momento en que el Creador te formó eres una obra maestra. Dios cree que vales tanto, que para darte la oportunidad de pasar la eternidad en su presencia, pagó un precio muy alto por ti: la vida de su único Hijo Jesucristo.
Sin embargo, para alcanzar la excelsa perfección para la que fuiste creado, debes ser paciente y perseverante. Puede parecer que falta mucho pero, tranquilo, ese día llegará. Quizá en el camino necesites de una que otra restauración que, sin duda, dado que el Restaurador te tiene en sus manos, será de la más excelente calidad.
No te desanimes. No retrases el proceso, pero tampoco intentes apresurarlo. Hay detalles que ameritan años de trabajo, así que cuando estés siendo tallado por el cincel, o quizá recibiendo suaves pinceladas, mantente firme.
El apóstol Pablo lo refirió así: “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús” (Filipenses capítulo 1, versículo 6).
Así que recuerda que cada prueba, cada vez que esperas con paciencia al orar confiando en que Dios obrará, cada vez que creces en el conocimiento del Señor a través de su Palabra, cada vez que amas a tu prójimo como Dios te ama a ti, te acercas más a ser la obra maestra para la que Dios te preparó.