¿Contesta siempre Dios las oraciones?
Se presupone que, si estás orando a Dios, es porque crees en Él y has escogido tener una relación de amistad diaria con tu Salvador y Rey, en obediencia y amor
Redacción de Prisma
Para responder a esta pregunta, hay que empezar por lo primero: Eres un ser creado por Dios. No eres un accidente del destino. Él te ama y tu vida tiene un objetivo que Dios planeó para ti. Además, envió a su Hijo Jesucristo, quien dio su vida en la cruz en tu lugar, como pago por tus pecados y para ofrecerte esperanza, paz, gozo y vida eterna entre otras cosas.
A Dios le importas tú y todo lo que te rodea: situaciones, familia, salud, relaciones y más. Dios te conoce, entiende tus pensamientos y necesidades. Como dice el salmista David: “aún no está la palabra en mi lengua y he aquí, oh Jehová, tú ya la sabes toda” (Salmo 138:4). Lo más increíble es que cuando te creó estaba implícito un plan de vida para ti. Puedes o no querer saberlo, cumplirlo o vivirlo, pero ahí está.
Vale la pena analizar tu petición a Dios. Es importante mirar qué tan cerca está de la voluntad de Dios para tu vida. ¿Crees que está dentro de su voluntad? ¿Cómo saberlo?
El texto de Romanos 12:2 nos dice cómo es la voluntad de Dios: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
¡Guau! ¡Qué maravilla! Pero existe un ingrediente que tú debes aportar: la renovación de tu entendimiento. Se presupone que, si estás orando a Dios, es porque crees en Él y has escogido tener una relación de amistad diaria con tu Salvador y Rey, en obediencia y amor.
“Deléitate asimismo en Jehová y Él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmo 37:4), nos anima la Palabra. En la medida que estás cerca de Él, deseas lo que a Él le agrada y entonces tú coincides con lo que Él, en Su voluntad, quiere para ti. Así que cuando oras a Dios, Su respuesta es una de estas tres:
Sí. Su respuesta no tarda, a veces ni acabas de pedirla cuando ya te la concede.
No. Él tiene algo mejor de lo que tú deseas o quieres.
Espera. Esta es la respuesta que más nos cuesta. Recuerda que los tiempos de Dios tienen mucho que ver con su soberanía, nuestra disciplina, nuestro conocimiento de Él y nuestro deseo de hacer su voluntad y no la nuestra.
Puedes tener la seguridad de que Dios sí contesta tu oración. Eres muy importante para Él y puedes confiar que su voluntad, siempre será la mejor para ti. Hazle conocer tu petición y después descansa en Él.