Matrimonio feliz, ¿sueño posible?

Los pacientes que vienen a mi consultorio con conflictos matrimoniales, son los más fáciles de ayudar

Redacción de Sally Isáis

¿Cuánto tiempo pasan juntos los esposos en la mayoría de los matrimonios?

En un estudio realizado por el doctor E. James Lieberman, psiquiatra, se encontró que la pareja promedio, después de un año de matrimonio, gasta platicando a solas, aproximadamente 37 minutos por semana. Y eso a pesar de haberse gastado horas y horas soñando, durante el noviazgo.

No cabe duda de que los problemas matrimoniales van en aumento. Algunos creen que es porque ahora se espera que el matrimonio implique mucho más que en los tiempos antiguos: compañerismo intelectual, momentos íntimos increíbles, valores compartidos, amor romántico profundo, grandes placeres sexuales.

Como no es fácil cumplir con tantas expectativas, más y más matrimonios terminan en fracaso en nuestros días.

Otro psiquiatra, el doctor Paul D. Maier, afirma que cuando una pareja se encuentra con problemas, tiene tres posibilidades:

1. Divorciarse, que es la solución más inmadura y que realmente no soluciona nada.

2. Aguantar una relación difícil sin hacer nada por mejorarla, lo que representa otra solución inmadura pero no tan irresponsable como la primera.

3. Enfrentar con madurez los problemas personales y decidir edificar un matrimonio bueno, la única solución realmente madura que se puede encontrar.

El doctor Maier cree firmemente que cualquier matrimonio se puede salvar. “Me he sorprendido por la capacidad tremenda que tienen los seres humanos maduros, de poderse perdonar los unos a los otros”, comenta en una publicación de la Sociedad Médica Cristiana.

“Los pacientes que vienen a mi consultorio con conflictos matrimoniales, son los más fáciles de ayudar. Estoy cansado de escuchar que se diga que alguien tuvo que divorciarse porque descubrió que su personalidad no era compatible con su pareja. Yo digo honesta y enfáticamente  que esta excusa no es más que un pretexto que usan las parejas que son demasiado orgullosas y perezosas para buscar la solución de sus problemas”.

Desde el principio de la creación, el Creador ofreció el matrimonio a la humanidad con un propósito de amor y bondad, porque dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18). Él nos dio también los recursos necesarios para hacer de esta relación una fuente de bendición.

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