¿Quién escucha a una madre?
Para mí era un reto seguir asustada, o confiar en el Creador del cielo y de la tierra
Por Rosa Alicia Riestra Venegas
Soy madre de tres varones y una mujer. Me quedé al cuidado de mis hijos cuando la menor tenía siete años. Confiando en Dios, fueron creciendo, pero cuando mi hija tenía once años se enfermó de cáncer en la sangre, leucemia.
Con solo oír el nombre cáncer, uno entra en crisis. Te vienen palabras como incurable, muerte, grandes gastos. Pero yo conocía una promesa del Dios de la Biblia que vino a mi mente: "No temeré mal alguno porque Tú estarás conmigo". ¡Sí! Lo que más tenía era miedo, pero la promesa estaba ahí.
Jesucristo nos prometió que si algo pidiéramos en su nombre lo haría. Para mí era un reto seguir asustada, o confiar en el Creador del cielo y de la tierra. Decidí por el primero, y empecé a orar en el nombre de Jesús.
Han pasado quince años. Mi hija se casó y en cualquier momento espero que me avisen del nacimiento de mi cuarto nieto que será su segundo hijo. Dios escuchó a esta madre y lo sigue haciendo. ¡Bien vale la pena confiar en el Señor que todo lo puede!