Serie Consejos de vida
Si vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo bien
Por Sally Isáis
La mayoría de las cosas valiosas en la vida no son fáciles; implican esfuerzo, trabajo, cansancio, fidelidad, integridad y visión.
Recuerdo una tarea especial para la secundaria. Supongo que en algún momento, la mayoría de nosotros tuvo que hacerla. Era una maqueta que representaba nuestro Sistema solar. Había comprado las pelotas de unicel de varios tamaños, diamantina, pegamento blanco, hilo de cáñamo y palitos para colgar los planetas en “el espacio”, una tabla grande, pinturas y más. Llevaba más de una semana trabajando todos los días para tenerla lista.
El problema era que no me salía. Dios me ha dado dones, pero no el de las artes plásticas y mi maqueta más bien parecía un montón de pelotas raras, sin ton ni son. La tuve que repetir varias veces hasta que desesperada dije: “Ya no importa. Que se vaya como sea. Al fin es solo una tarea”.
Mi mamá que había estado cerca apoyándome en todo el proceso, pero sin hacerlo por mí, dijo enérgica: “Sally, vuelve a intentarlo hasta que te salga. Si vale la pena hacer algo, entonces vale la pena hacerlo bien”.
En realidad, esa era una regla de vida que ella siempre había modelado. Pero no me gustó que ahora me la aplicara a mí. Según yo, si tanto le interesaba que saliera bien mi tarea, entonces debía ayudarme más porque era obvio que yo no era la más dotada para lograrlo.
Creo que no dormimos, pero a la mañana siguiente fui a clases con mi maqueta terminada. Había aprendido mucho más que el orden del Sistema solar.
Dios es un Dios de excelencia. Como hijos suyos no podemos hacer las cosas a medias, al “ahí se va”, con mediocridad o falta de compromiso. Y eso aplica en todas las áreas de la vida: nuestras relaciones (con Dios y con otros), familia, casa, trabajo, estudios, servicio voluntario y más. Lo que otros no ven, Dios sí lo ve.
No somos perfectos, pero aun reconociendo nuestras debilidades, debemos poner todo nuestro empeño y esfuerzo en la labor que tenemos por delante. No olvidemos: Si vale la pena hacer algo, entonces vale la pena hacerlo bien.