¿Qué tipo de huella estamos dejando?
Una meditación que vale la pena tener
Por Sally Isáis
Acabo de ver a alguien a quien le tenía mucho miedo cuando era niña. Hoy esa persona es solo una sombra de lo que era y aunque no puede afectarme de manera «real», todavía siento que el corazón me late más fuerte y todos mis sentidos se agudizan en su presencia. «Es ridículo», pienso a mis adentros, pero la reacción es instantánea.
Todos afectamos a otros en nuestro andar diario. Puede ser de manera negativa o positiva, pero nadie pasa sin dejar huella en alguien más. ¿Qué tipo de huella estamos dejando?
Tomado de la revista Prisma 43-3, mayo-junio 2015