Paraguas emocional
¿Cómo te proteges?
Por Sally Isáis
Estaba lloviendo mucho cuando mi amiga salió de su oficina. Sacó su paraguas y avanzó con rapidez. Llegó al metro y se metió al vagón. Todos la miraban un poco raro. No entendía qué era lo que les llamaba tanto la atención. . . hasta que se dio cuenta que aún traía abierto el paraguas sobre su cabeza.
Así nos pasa a muchos. Hemos recibido tantos golpes en la vida, que nos protegemos bajo un paraguas emocional. El problema es que también le impedimos el paso a las cosas lindas que Dios tiene para nosotros.
A veces las lluvias son de bendición. Pero tenemos tanto miedo de ser heridos y traicionados de nuevo, que no bajamos nuestro paraguas y nos perdemos de mucha bendición y oportunidades que Dios pone en nuestro camino.
Tomado de la revista Prisma Vol. 43 No. 5, sep-oct 2015.