Cuando nada importa más
Cómo estar seguro que mis pecados han sido perdonados y voy al cielo al morir
NM junio 2008
“Viene un momento cuando has usado tu inteligencia, tu preparación y tus dones técnicos. Las cosas están en movimiento y los eventos ahora están en las manos de Dios, y no tienes más opción que dejarlos allí”.
Lo dijo el general Dwight Eisenhower en 1943 en un momento clave de la II Guerra Mundial. Bajo su liderazgo Europa fue liberada del azote nazi.
De niño Dwight estaba a punto de perder una de sus piernas debido a un accidente, pero les rogó a sus hermanos y padres que oraran para que no fuera necesario. Varios miembros de la familia permanecieron al lado de su cama día y noche, durante cuatro días, rogando a Dios por un milagro. Al cuarto día el doctor declaró que había pasado el peligro y la pierna sanaría.
Años después, en 1969, Eisenhower ya anciano yacía enfermo de muerte en una cama de hospital acompañado por su amigo Billy Graham. Le dijo: “Billy, quiero que me digas una vez más cómo puedo estar seguro de que mis pecados han sido perdonados y que voy al cielo, porque nada más me importa ahora”.
El gran evangelista leyó varios textos en la Biblia y le explicó una vez más que nadie va al cielo por sus obras, sino únicamente por la gracia de Jesucristo a los que tienen fe en su sacrificio en la cruz y que se han arrepentido de sus pecados.
Billy y Dwight oraron juntos y finalmente el ex general dijo: “Gracias, Billy, estoy listo”.
Tomado de New life