El impacto de una película
A los dieciséis años, era como si la vida se me hubiera terminado. Todo era una soledad terrible
Por David Ruiz
A los dieciséis años, era como si la vida se me hubiera terminado. Todo lo que había en mi vida, era un vacío y una soledad terrible. No sabía el por qué de mi existencia, de mi futuro.
Había sido educado en el camino del Señor, participando siempre en la Iglesia. Crecí con el anhelo de encontrar el propósito de mi vida. Con mis amigos me sentía bien, pero cuando estaba solo, me invadía una soledad que me deprimía y asustaba.
Desde pequeño había acompañado a mi padre, quien colabora con la Asociación Billy Graham, a las exhibiciones de películas de la organización, pero la verdad es que me aburrían. De tanto tiempo que lo acompañé, ya conocía las películas de memoria, y detestaba cuando aparecía el doctor Graham con el mensaje.
Pero un día, que jamás olvidaré, Dios tocó mi corazón a través de una película. Se inició la proyección y llegó el momento del mensaje. Dirigiéndose a la juventud, el predicador Billy Graham dijo: “Tú, joven, necesitas a Cristo. Necesitas cambiar tu manera de vivir, necesitas el gozo, la esperanza que solo Cristo te puede dar”.
Las palabras que yo sabía de memoria, en ese momento penetraron en lo más profundo de mi ser y me sentí inquieto y consternado. Trataba de olvidarlas, pero el Espíritu Santo me quebrantó.
Aquella noche el pastor hizo un llamamiento, y en mí había una lucha tremenda pero no manifesté mi decisión. Después, al llegar a casa, me encerré en mi cuarto y ahí, contrito y humillado, pedí perdón a Dios por mis pecados y me sometí a Jesucristo como mi Salvador.
¡Ha sido la experiencia más maravillosa de mi vida! En ese momento Dios me dio las respuestas a mis preguntas.
No solo quedó ahí, sino que Dios me llamó para ser mensajero de su Palabra. Ingresé al Seminario, donde estudié teología y evangelismo. El Señor me ha permitido celebrar campañas evangelísticas en diferentes estados de nuestro país, y he visto a cientos de personas encontrar vida nueva a través de Jesús.