Agua pasa por mi casa, cate de mi corazón

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La esclerosis y sus enfermedades derivadas son tan importantes como otras

Por Sarahí García

Seguramente la Asociación de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ALS, por sus siglas en inglés) no imaginaba cuántos fondos podría juntar a través del reto de la cubeta de hielo. Si has notado que las redes sociales y las noticias se encuentran llenas de gente vaciándose una cubeta de agua y hielos, es precisamente por dicho reto.

Este consiste en que una persona se tome video vaciándose una cubeta de agua con hielos sobre la cabeza e invite a otros a hacerlo. En un plazo no mayor a 24 horas tienen que aceptar o negar dicho reto. En caso de hacerlo pueden donar $10 USD a la causa y en caso de negarse pueden donar hasta $100. 

De finales de julio a la fecha se han juntado más de 5 millones de dólares, reuniendo alrededor de 150, 000 donantes. Para ser honesta, había escuchado de la esclerosis, mas no de esta asociación. Su método de propagación es sorprendente. 

La esclerosis y sus enfermedades derivadas son tan importantes como otras. Comúnmente se escuchan campañas para apoyar a los niños con cáncer, las personas con cataratas, las mujeres con cáncer de seno, etc. ¿Quién no tiene algún pariente o amigo cercano que haya padecido alguna enfermedad crónica o terminal? 

Enterarnos de estas enfermedades u otras causas dignas de apoyo no es tarea difícil en la era de la informática. Además, dentro de nuestro contexto nos encontramos con el libre acceso a la información. Sabemos que no ha habido ninguna otra generación con tan alto nivel de acceso a la comunicación como ésta. 

Todos somos seres con preferencias e ideas únicas. A mí me puede interesar ayudar a los pequeños con desventajas sociales y económicas, pero habrá otras personas que se encuentren apasionadas por la Esclerosis Lateral Amiotrófica.

Lo que he aprendido de la ASL y su reto de agua fría (a pesar de las controversias con el gasto de agua) es que si nos encontramos apasionados por defender nuestros ideales o dar a conocer nuestra causa, existen medio creativos para hacerlo y las redes sociales son el canal perfecto para ello. 

Recientemente fui invitada a apoyar a una organización sin fines de lucro en Nicaragua. Para ser honesta, ni siquiera era muy claro en un inicio qué tipo de ayuda necesitaría. Tenía el tiempo y el deseo, mas no los fondos. Recordé que Dios nos ha dado su mente: somos creativos.

Aun con poca imaginación pero mucha fe, me fue posible juntar los fondos para asistir a este hermoso país. Lo único que tuve que hacer fue crear una mini campaña que envié a todos mis contactos. 

Si Dios ha puesto en nuestro corazón el anhelo de ser una voz para una causa o necesidad, meditemos en las riquezas que ya se nos han dado. El simple reto de una cubeta de agua quizá pueda cambiar la vida de muchos. ¡Cuántas cosas más podemos emprender para atender nuestras causas y las de los demás!

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