Dentro de diez mil años

Foto por Andrea Hernández

Foto por Andrea Hernández

Cada momento en nuestra vida tomamos decisiones, ¿cómo decidir bien?

Por Mirna Sotomayor

Una amiga me enseñó una lección muy valiosa, que me ha ayudado a tomar decisiones difíciles.

En una ocasión fue con un grupo a una comunidad. Iban en varios vehículos. Para llegar al sitio tenían que pasar por la caseta de peaje.

Alguien del grupo dijo: Cuando lleguemos a la caseta no voy a pagar, ni ustedes tampoco. Levantaré la pluma para que todos pasemos, pues no es justo que nos cobren cada vez que entramos o salimos de nuestra ciudad. 

El auto de mi amiga fue el último en llegar a la caseta. Sacó su dinero y pagó.

La persona que había tenido la idea estaba furiosa.

—¿Por qué pagaste? ¡Les dije que no lo hicieran!

—Porque mientras venía manejando, medité en tu petición y me dije: “Imagínate dentro de diez mil años, cuando ya no exista la caseta de peaje, ni la señorita que recibe el dinero, ni quién dio la orden de que no pagaras; cuando ya no esté nadie excepto Dios y tú. ¿Qué vas a decirle a Dios cuando Él te pregunte por qué no pagaste el peaje? ¿Le dirás: Tuve miedo de la persona que dio la orden… todos lo hicieron y no quería ser una aguafiestas… era injusto pagar… para ver qué pasaba?”.

Así que cuando tengas dudas sobre qué hacer, imagínate qué le contestarás a Dios cuando te pregunte sobre tus decisiones y tus acciones.


Tal vez también te interese leer:

Atravesando la tormenta    (Cuando nos sentimos tentados a renunciar)

6 lecciones que aprendí mientras corría    (¿Qué aprendes tú en tu ejercicio?)

¿Qué pasaría si...?    (Elige lo que es correcto)

Ya lo sabía    (No es suficiente saber las cosas, sino practicarlas)

¿Madeinchismo?    (Reflexiona en este término)

De esta agua no beberé    (Descubre qué tan cierta es esta cita)

Una espera que fortalece   (En Dios todo es posible)

¡Peligro! Baje la velocidad    (Considera las señales)

¿Quién se pasó el alto?  (Descubre de quién es la responsabilidad)

Anterior
Anterior

10 Tips para ser emocionalmente sanas

Siguiente
Siguiente

Mi esposo no habla conmigo