Hagan todo lo que Él les diga
Qué bueno sería tener un guía para la vida
Por Felipe Güereña A.
Cuando una persona se prepara para una intervención quirúrgica, el consejo es que obedezca a su médico. Los doctores tienen el entrenamiento y la experiencia para hablar con sabiduría y verdad sobre nuestra salud, ya que la recuperación de una cirugía suele ser muy lenta y requiere muchos cuidados.
Aunque a veces sea muy difícil, es muy importante seguir sus indicaciones para sanar por completo. De no hacerlo, se puede echar a perder todo el proceso o retrasar la recuperación por meses o años.
Qué bueno sería tener a alguien así en todas las áreas de la vida, que nos guiara para no fracasar tanto, que pudiéramos seguir su ejemplo y aprender de sus palabras llenas de experiencia y sabiduría. ¿Quién podría asumir ese papel? Todos hemos fallado y lo seguimos haciendo continuamente. Pareciera que todos estamos descalificados, pues somos pecadores, necios y egoístas.
Solamente hay una persona en toda la historia que nunca perdió el dominio propio ni cayó en pecado. Ese es Jesucristo. Él fue tentado, acusado, condenado y asesinado. Jamás mintió ni robó. Estuvo sujeto a sus padres cuando era niño. Nunca salió amargura ni rencor de sus labios. Dominó el enojo y la envidia y obedeció todos los mandamientos de Dios.
La Biblia dice que Jesús: «…puede compadecerse de nuestra debilidad, porqué él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; solo que él jamás pecó» (Hebreos 4:15). No solo eso, Cristo conquistó al mismo diablo y a la muerte al resucitar. Él está vivo y quiere salvarnos y guiarnos en todas las áreas de la vida.
La madre de Jesús en una ocasión dijo: «Haced todo lo que os dijere» (Juan 2:5). Por experiencia propia, ella pudo decir estas palabras. Si de veras queremos que nos vaya bien en la vida, debemos obedecer a Jesús, y hacer todo lo que Él nos diga. Entre más pronto, mejor.
Adaptado de revista Prisma 41-3