¿Quieres ser un héroe?

Tú puedes ser un héroe de la Fe. Decídete a hacerlo ahora

Por José Tomás Tejeda

Están de moda los héroes. No solamente personajes ficticios con habilidades extraordinarias, en películas, series y cómics, sino también héroes reales que estuvieron dispuestos a dar sus vidas para ganar la libertad de su país, para que pudiéramos elegir a nuestros gobernantes y nuestras creencias.

En el mes de septiembre celebramos la independencia de México. Esta se logró tras una guerra donde miles derramaron sus vidas. 

Se extendió desde el Grito de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821. 

Los nombres de grandes héroes como Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos y Pavón, Josefa Ortiz de Domínguez, Vicente Guerrero, Ignacio Allende, entre muchos otros, están escritos en los libros de la Historia. 

En la Biblia se encuentran los nombres de grandes héroes de la fe. El libro de Hebreos en su capítulo 11 nos habla de hombres y mujeres que estuvieron dispuestos a dejarlo todo, con tal de agradar a Dios.

Hace más de dos mil años Jesucristo, Dios hecho carne, se despojó de sí mismo y ofrendó su vida en torturante sacrificio en la cruz. Con su sangre pagó el costo de nuestra maldad. Ese acto nos garantiza libertad de la esclavitud del pecado que nos conduce a la muerte eterna.

No se trató de alguien capaz de echar fuego de sus ojos, de volar, o de lanzar un martillo poderoso; sino de una persona con una entrega total y una voluntad de agradar a Dios. 

Jesucristo dio su vida, conservando su santidad y pagando por nuestros pecados. Fue resucitado para darnos salvación. No nos pide nada a cambio. 

Solamente debemos reconocerlo como nuestro Señor y Salvador, y obedecer Sus mandamientos escritos en la Biblia, la Palabra de Dios.

Tú puedes ser un héroe de la Fe. Alguien cuyo poder y sacrificio sea dejar las costumbres y creencias del mundo, para entregar tu vida a Dios a través de Jesucristo. 

Decídete a hacerlo ahora, y tu nombre estará escrito en un libro mejor que los de historia: En el libro de Dios.