Sigue participando

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¿Tu expectativa de sacarte un premio se ha convertido en desilusión, desánimo, enojo, o simplemente en una queja o resignación?

Por Javier Campos

¿Te ha tocado en alguna promoción, rifa o lo que sea, la leyenda: “sigue participando”? 

Seguramente, y ya sea que la promesa sea ganarte desde un refresco, unas papas o hasta un auto, en el último momento resulta que: “Lástima Margarito... será para la otra”. ¿Tu expectativa de sacarte un premio se ha convertido en desilusión, desánimo, enojo, o simplemente en una queja o resignación? Dices: “éjele que no le hace, al fin que de todas maneras, nunca me saco nada”.

En la Biblia constantemente encontramos, claro que con otras palabras y con otro final, la invitación a no rendirnos, a seguir intentándolo, a no perder la esperanza. Cosa que generalmente no recibimos con estas promociones.

Aquí algunos ejemplos:

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9). 

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). 

Así que: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9).  

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