Cómo reconocer una secta

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Conoce nueve características comunes de las sectas

Redacción de Prisma

Muchas veces en la prensa mexicana las iglesias evangélicas son calificadas como “sectas”. Sin embargo, los evangélicos rechazan esta nomenclatura porque es un nombre que no se aplica a ellos, en vista de que los verdaderos grupos evangélicos se adhieren a las doctrinas básicas del cristianismo bíblico, trinitario cuyo credo se puede reducir en el lema “Solo fe, sola gracia, solo Escritura”.

Si la Biblia lo enseña, los evangélicos lo creen y procuran practicarlo; si no, no.

Pero entonces, ¿qué es una secta? Se puede definir de muchas maneras, pero el autor Ronald Enroth que ha estudiado a fondo este término, señala nueve características comunes de las sectas. No siempre van a mostrar todas estas tendencias, pero una mayoría sí:

1. Autoritarias. Hay un líder central humano a quien se le debe lealtad y obediencia.

2. Contrarias. Las creencias, las prácticas y los valores de las sectas van en contra de la cultura común, sobre todo en contra de la unidad familiar. Atraen y buscan principalmente a los jóvenes.

3. Exclusivistas. Creen que son los únicos que tienen “la verdad”, generalmente una nueva revelación dada a través del fundador/líder/profeta del grupo.

4. Legalistas. Son altamente estructuradas, dentro de una organización legalista que gobierna tanto en los asuntos espirituales como en la vida diaria de sus adeptos, con muchas reglas y requisitos, incluyendo el modo de vestir, de peinarse, los adornos permitidos, etc.

5. Emocionales. Ponen mucho énfasis en los sentimientos y las emociones de sus adeptos. Denigran el intelectualismo, la educación y los conocimientos.

6. Perseguidas. Creen que son perseguidas por los cristianos, por el gobierno, por la prensa o por sus padres. Lo enfatizan en sus publicaciones y en sus declaraciones, además de hacer conciencia de ello a sus seguidores.

7. Orientadas a sancionar. Exigen conformidad a sus prácticas y sancionan a los que no se conforman, por ejemplo a los que no demuestran la lealtad suficiente, que hacen muchas preguntas, que desobedecen o que se rebelan. Pueden humillarlos o sacarlos del grupo, pero primero les inculcan un gran temor de separarse de la organización.

8. Esotéricas. Hay secretos y encubrimiento, con una brecha deliberada entre la cara dada al público y la realidad interna de la organización. Mucha veces hay una "verdad más profunda" o una enseñanza/lección "secreta" que se tiene que destruir una vez aprendida.

9. Antisacerdotales. Por lo general no hay clérigos como tal o funcionarios religiosos profesionales como en una Iglesia tradicional, aunque hay líderes llamados profetas, pastores, mahatmas, swamis, guías, etc. Lo más común es que no se reúnan en templos sino en centros, salas de meditación, establos, salones, etc.

Algunos expertos identifican a las sectas en tres áreas: las que niegan el mundo, son indiferentes al mundo o quieren mejorar el mundo. Otros distinguen cinco categorías: orientales místicas, cristianas aberrantes, psicoespirituales o de mejoría personal, ecléctico-sincréticas y psicoocultas astrológicas.

Lo principal que hay que tener en mente, es que las sectas son un fenómeno complejo, sin embargo siempre demuestran un patrón básico de enseñanzas falsas, apartadas de la verdad revelada por Dios en las Sagradas Escrituras.

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