Un gran mexicano y la Biblia

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El doctor José María Luis Mora promovió con su valentía y empeño la causa bíblica en México

Por Luis D. Salem

El padre del liberalismo mexicano, el doctor José María Luis Mora, murió en París, Francia, el 14 de julio de 1850 a la edad de 56 años.

Fue un eficaz impulsor de la causa bíblica en la patria de don Miguel Hidalgo y Costilla.

El ilustre hombre nació el 9 de octubre de 1794 en Chamaenero hoy Comonfort, Guanajuato. Estudió en Querétaro y en la Ciudad de México. En esta última ciudad recibió órdenes sacerdotales y el grado de doctor en Teología.

Liberal de arraigadas convicciones, Mora se dedicó a la política y a la literatura. En 1821 redactó el Semanario Político Literario donde dio fe de sus convicciones democráticas. En 1824 fue recluido en prisión a causa de su valiente oposición al gobierno de Iturbide.

Redactó también el periódico de combate El Indicador, el Catecismo Político de la Federación Mexicana y Disertación sobre la Naturaleza y la Aplicación de las Rentas y Bienes Eclesiásticos. Un poco después publicó Obras Sueltas y México y Sus Revoluciones, donde trazó la línea política de la actual Constitución Mexicana.

A la caída del Partido Liberal, Mora se refugió en París donde vivió pobremente. No fue sino hasta 113 años después de su muerte, en junio de 1963, que sus restos fueron traídos a México y, con grandes honores de parte del gobierno y de la ciudadanía, se le dio sepultura en la Rotonda de Hombres Ilustres.

Además de sus inquietudes políticas y literarias el doctor Mora fue un activo divulgador de las Sagradas Escrituras. Fue el primer representante nacional de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera en México. Esta actividad quedó en sus manos a partir de 1830 a la salida del reverendo Diego Thomson, pastor y educador escocés quien durante varios años recorrió los países americanos de habla hispana enseñando a leer y distribuyendo las Sagradas Escrituras.

Cabe afirmar que los trabajos de Thomson y Mora fueron la semilla de donde nació, años después, la Sociedad Bíblica de México, organización que en el año de 1978 celebró el primer centenario de labores permanentes.

¿El primer centenario? Yo diría que el 148 aniversario ya que, como hemos visto, sus inicios datan del año 1830, fecha en la que José María Luis Mora tomó esa obra en sus manos.

De lo anterior da testimonio el libro El doctor Mora, impulsor de la Causa Bíblica de México escrito por don Pedro Gringoire (Gonzalo Baez Camargo). De tan importante obra citamos los párrafos que siguen:

“El 14 de febrero de 1831, Mora decía en una carta enviada a la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera: 'Estoy haciendo aquí todo lo que puedo para fomentar la lectura de las Sagradas Escrituras sabiendo que son Palabra de Dios y provechosas en todo tiempo al cristianismo'. En esa misma carta anunció que estaban terminadas las traducciones de San Lucas al mexicano y al tarasco. En abril del año siguiente anunció otras dos versiones, una al otomí y otra al huasteco.

“Durante cinco años”, agrega Gringoire, “el doctor Mora promovió con su valentía y empeño acostumbrados la causa bíblica en México. Pero cuando en 1835, cayó el gobierno liberal y el gobierno conservador de turno extremó la persecución contra los prohombres del liberalismo, el eminente patricio tuvo que marchar al exilio… Así lo comunica a Londres en carta escrita en París el 20 de julio de ese año.

Cuando en 1847, el gobierno liberal de Gómez Farías, vuelto al poder, lo nombra Ministro Plenipotenciario en Londres, reanuda sus contactos con la Sociedad Bíblica…

A principios de 1850, el año de su muerte, la Sociedad Bíblica le rindió un homenaje por los desinteresados servicios que había prestado a la causa bíblica, obsequiándole, como simbólico testimonio de aprecio, un ejemplar de la Biblia en castellano, finamente encuadernado. La carta con que el patricio liberal agradece el homenaje y el obsequio, fechada el 16 de marzo, es la última suya que se conserva en los archivos de Londres”.

Por último, como broche de oro a esta modesta nota biográfica, venga la siguiente cita que tomamos de las Obras selectas del doctor Mora:

“Como cristianos, como hombres y como ciudadanos deseamos vivamente que se generalice la lectura de la Biblia, en lo cual creemos que están interesadas la religión, la humanidad y la patria”.

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