Lenguajes que enriquecen

Es importante tener amistades sanas que produzcan lenguajes sanos

Leonel Romero

Cuando empezamos a interactuar con otro ser humano más allá del saludo de buenos días, ya sea con un compañero de escuela, trabajo o habitación, surge una forma única de comunicarnos, un nuevo lenguaje.

Cada uno de nosotros trae toda una historia que hace que veamos la vida de cierta manera y nos comunicamos de acuerdo a ella. Las frases que decimos tienen que ver con nuestras experiencias. Cuando vamos conociendo a un nuevo amigo, automáticamente va surgiendo una comunicación verbal y no verbal que es propia de esa nueva relación.

Después del primer saludo ya sabemos si vamos a volver a hacerlo de la misma manera o no. Y todo esto va creando también una nueva historia que nos cambia sin que nos demos cuenta.

¿Cuantas frases que hoy decimos, las escuchamos por primera vez de un amigo y poco a poco nos fuimos apropiando de ellas? La realidad es que nos convertimos en un conjunto de lo que nuestros sentidos captan y eso va definiendo quiénes somos, en qué creemos y cómo vivimos la vida.

Por eso es importante tener amistades sanas que produzcan lenguajes sanos, que influyan de manera positiva en nosotros. Porque en la medida que vayamos cultivando este tipo de relaciones en nuestra vida, la forma de comunicarnos cambiará para bien.

Así, cada vez que empecemos una nueva amistad nuestro lenguaje se verá enriquecido de algo bueno y a la vez nosotros podremos ser ahora la influencia positiva que quizá nuestro nuevo amigo necesita.

Como dice el apóstol Pablo: "Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno" (Colosenses 4:6 DHH).

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