Cómo ayudar cuando hay divorcio
Mi amiga se acaba de divorciar ¿cómo puedo apoyarla?
Redacción de Prisma
Hace tiempo, una amiga de Prisma pasó por un divorcio. Fue un tiempo muy difícil. Aunque no fue su decisión, no tuvo alternativa. Un día escribió esto para sus amigos. Le pedimos permiso para compartirlo porque creemos que puede ser de ayuda. Es desde su punto de vista.
1. Ora por mí, por favor. El saber que hay personas en mi vida que aman al Señor y están hablando con Él pidiéndole por mí es algo grande, tan grande que las palabras no pueden expresar lo que siento. A veces, no puedo orar o mis oraciones son pequeñas o egoístas e incluso (aunque odio decirlo) inmaduras e insensibles. Entonces, el saber que otros oran por mí en formas que yo no puedo, es lo que me ayuda a seguir adelante.
2. Pregúntame cómo estoy. Pero te advierto que si me preguntas, debes estar preparado para mi respuesta, que puede ser dependiendo del día y el momento algo como: Muy bien o fatal.
3. Manténte en contacto conmigo. Un mensaje de texto, de voz o una nota pueden hacer toda la diferencia en mi día. Este proceso es solitario y aterrador.
4. No trates de arreglarme a mí, ni a mi situación. Los consejos, aunque vengan de gente linda que me quiere, pueden hacerme sentir como si me estuvieran culpando de todo e incluso me lastiman. Sin embargo, si te pido un consejo, te ruego me lo des con candidez, verdad y amor. La verdad es que nunca he navegado en estas aguas y no tengo la menor idea de qué hacer.
5. Invítame a salir contigo. A comer, o a tomar un café. Ayúdame a sentirme conectada con mis amigos. Puede que te diga: No, muchas gracias. Sin embargo, el solo saber que me incluyen en las actividades de antes y más cuando estoy en transición del mundo de los casados al de los divorciados, es importante.
6. No juzgues. Esto puede ser lo más difícil. Nadie conoce todos los detalles de una situación. Si quieres, puedes preguntarme lo que quieres saber y después escuchar con misericordia si quiero confiarte algo, pero te ruego que le entregues la situación al Señor Jesús, solo Él conoce en verdad el corazón de los involucrados y lo que en realidad sucede.
7. Ámame. Recuérdame que soy amada. Puede que me sienta muy sola. Puede que me esté culpando todos los días por las decisiones que he tomado (buenas y malas), y por las que estoy tomando ahora. Necesito saber que hay personas que me quieren y no me van a abandonar.
8. Trátame con misericordia. Puede que en estos momentos sea una pésima amiga. Te ruego me perdones. Estoy aprendiendo a salir avante de esta situación. Es un proceso de tiempo completo. Prometo tratar de ser mejor, pero tenme paciencia por favor.