5 sugerencias prácticas para celebrar la Navidad intencionalmente en tu hogar

Foto por Andrea Hernández

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«Si no sabes a dónde vas, terminarás en otro lado». —Yogi Berra

Por Cynthia Ramírez

Toma tiempo antes de que comience la locura de la Navidad para pensar, anotar algunas ideas e implementar planes. Dios tiene sorpresas para ti en este año, pero es importante que contestes la pregunta ¿Qué es lo que yo deseo esta Navidad? ¿Cual es la invitación de Dios para mi familia? Te compartimos algunas sugerencias para que vayas haciendo un plan y tomando decisiones que harán que esta Navidad sea especial en tu hogar.

1. Recuerda que no necesitas comprar muchas cosas para decorar tu casa.

Puedes usar lo que ya tienes y hacer cambios pequeños que muestren que es un tiempo diferente al resto del año. Saca tus almohadas, sábanas, suéteres, etc de colores más fríos y guarda las prendas y telas de colores de primavera.

No te compares con tus vecinos o familiares. Mantén tu casa limpia y piensa en cosas que te ayudarán a ser buen anfitrión para las reuniones que vienen. Utiliza elementos naturales como ramas de pino, etc. No es necesario comprar la última moda en decoración.

Escoge lo que te gusta, lo que te da vida y que te ayuda a descansar y disfrutar de este tiempo con tu familia y amigos. Recuerda que menos es más. Si vas a tener un objeto grande sobre una mesa, pon algo que en verdad refleje tus prioridades. (Por ejemplo: un nacimiento, una Biblia, una planta o algo que te heredaron).

2. Invierte en cosas que serán útiles, que no generan mucha basura y que además son de buena calidad.

Si vas a comprar un plato para servir no es necesario que tenga árboles de navidad. Busca un plato con un diseño neutral, bonito, que puedas también usar el resto del año. No generes más basura al comprar mucho papel, vasos y platos desechables, adornos que vas a tirar al final de este mes, etc. Antes de comprar, pregúntate si es noble para el medio ambiente y si lo vas a poder usar más de una vez.

3. Piensa en tus cinco sentidos y sé intencional.

Además de tener algunos objetos que te recuerden el verdadero significado de la navidad, puedes crear un ambiente de celebración de otras maneras en tu casa. Puedes hacerte una bebida caliente especial de esta época (un chocolate o ponche caliente) y disfrutarlo con tu familia. Usa velas para marcar estas noches decembrinas como algo especial y diferente al resto del año.

Saca tu cobija favorita y ponla sobre el sillón en la sala, invitando a que otros se sienten a platicar y convivir más de lo normal. Ten una lista con música de Navidad que voltea tus ojos hacia el cielo y a tener una actitud de agradecimiento. ¡Pon a cocinar canela, menta o hierbabuena para que tu casa huela rico todo el tiempo! (o si acostumbras usar aceites esenciales, prepara mezclas especiales de Navidad).

4. Comienza alguna tradición nueva o retoma alguna tradición de tu infancia.

Los días que preparan el camino para la celebración del nacimiento de Jesús son preciados. Cada acción muestra lo que creemos, especialmente en qué invertimos nuestro tiempo en esta temporada.

Aprovecha para leer un versículo cada día como familia, cantar un villancico cada noche antes de dormir, leer cuentos de navidad juntos, poner un adorno especial o prender una vela cada domingo antes de navidad, esconder algo en el árbol que los niños tengan que buscar, dar generosamente de tu tiempo y dinero a alguna causa, visitar un asilo de ancianos, disfrutar de algún concierto anual, hornear galletas con un significado especial, tomar una foto conmemorativa, planear un desayuno juntos, hacer una obra de arte o manualidad como familia, hacer regalos a mano para diferentes personas y asistir a los eventos en tu comunidad de fe.

Nada de esto sucederá sin intencionalidad, y al final del día, cada una de estas actividades van formando nuestra cultura familiar en estas fechas. No dejes que las fechas vengan y vayan, implementa tradiciones que reflejen tus valores y que apunten hacia la esperanza que ahora tenemos en Jesús.

5. Crea espacio para tener encuentros con Jesús.

Estas fechas tienden a ser muy estresantes. El mundo nos grita y es difícil encontrar momentos de quietud. Ante todo, recuerda que Dios quiere hablarte y disfrutar de tiempos de intimidad contigo en el silencio.

Despiértate un poquito más temprano para tomarte un café o un té con Jesús por la mañana. Pon atención a lo que Él está haciendo a tu alrededor. Búscalo en las calles, en los eventos, en los momentos alrededor de la mesa y en donde todo parece exigir tu atención total.

Respira profundo y seguido. Memoriza un versículo sencillo y repítelo durante el día, pidiendo a Dios que te hable. Por ejemplo: Jesucristo (inhala), gracias por nacer en mi corazón (exhala).

Escribe en un diario tus oraciones o dibújalas. Hornea pan y disfruta el proceso. Limita tu tiempo en redes sociales. Saca tu instrumento del closet y toca algo de tu corazón. Toma fotos de cosas o personas hermosas que te recuerdan de su fidelidad. Compra una planta y riégala todos los días mientras oras por alguien en específico. Haz tiempo para salir a caminar y platicar con Jesús mientras haces ejercicio.

Él es la razón de esta celebración. ¡Hazlo una prioridad! ¡El quiere encontrarse contigo en el silencio y en medio de tu vida diaria!


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